martes, 12 de agosto de 2008

Otro feriado corrido

El domingo se recuerda el día de la muerte de quien se dice es el Padre de la Patria.Algien que murió en el exilio francés, a la vera de un mar más gris pero tan frío como el bravío Pacífico , ese que fue surcado por la flota independentista en su ruta hacia el Alto Perú.Brillante estratega, al que la ocurrencia de la solución marítima lo llevó a triunfar allí donde las anteriores campañas habían fracasado.Pero mal político, que entrega en Guayaquil el control de las cosas a alguien más narcisista , Bolívar.Ese de quien frecuentemente se empalaga otro Narciso actual, el inefable Chávez, locuaz,mostrativo, altivo y altanero, tanto como su antecesor.Más meritorio sin embargo el histórico que el contempóráneo, que sólo tuvo que sentarse sobre un mar de petróleo y contar las divisas que le paga el gigante norteamericano, sin riesgos de sufrir las mil pestes que azotaron a las guerras verdaderas contra la independencia, esas donde no se le vendía nada a quienes se satanizaba como enemigos.
Otra vez más al General se lo ningunea.No sólo en Guayaquiel, no sólo en la soledad de sus tardes ventosas de Boulogne Sur Mer-hoy nombre de un partido del Conurbano, donde la mayoría ignora el origen de un nombre tan poco pronunciable en castellano. También por ser favorecido en la ruleta de los turísticos feriados corridos.
Esta vez el aniversario del día de la muerte del general San martín, ocurrida el 17 de agosto de 1850 en Francia, ocurre un día festivo, un domingo. No en día laborable, sino en día de descanso.El día en que Dios descansó después de haber creado al mundo y que dio origen a ese tiempo semanal donde las gentes andan por ahí embotellando avenidas, esparcidas por los parques, empachadas de largos almuerzos , degustando mates y facturas, poblando la cancha de futbol más cercana, los cines, los teatros, las bicisendas y hasta el mismísimo Río de la Plata- o a la masa de agua que a cada uno le toque en suerte en país tan hídrico como la Argentina. Entonces, si la celebración correspondía a un día no laborable, si ya se tenía la oportunidad de descansar para recordar la gloria del padre, y dedicar ese día de ocio a su memoria ¿qué sentido tenía que se corriera al lunes? Antes la excusa era que siendo laborable, correspondía inventar un feriado que alargara el fin de semana.Ahora siendo domingo seguramente la idea es duplicar el momento de reflexión acerca de esa figura -que decidió eutoexiliarse para poder vivir los últimos treinta años de su vida un poco más tranquilo, alejado de la cruenta e inútil guerra civil que enfrentaba a los argentinos, divididos entre federales y unitarios, en un tiempo donde el odio impidió todo despliegue de la nación y de sus habitantes, más ocupados en odiarse unos a otros que en trabajar libremente en lo que a cada uno lo apasionara.
Seguimos ninguneandolo porque su historia es el ejemplo más patético de lo que somos , de lo que no somos y seguramente de los que nunca seremos.
La Argentina es un lugar donde los mejores deben exiliarse .Algunos con recursos ,en el extranjero.Los más pobres, se encierran dentro de su casa.